viernes, 30 de diciembre de 2016

Brindan por el sueño imposible

CIUDAD DE MÉXICO.- El panorama para 2017 luce sombrío. Sin embargo, los protagonistas del musical El hombre de La Mancha, tal cual lo dice la canción princi­pal de esta historia, creen que puede soñarse lo imposible hacia un mundo mejor.

Benny Ibarra, Ana Bren­da Contreras y Carlos Corona brindaron en el Teatro de los Insurgentes por la llegada de un nuevo año y por el cierre de un ciclo que les dejó un grato sabor de boca.

Uno de los motivos fue el teatro: la representación, du­rante esta temporada decem­brina y desde hace más de 100 funciones, de este musical inspirado en un momento de incertidumbre del escritor Mi­guel de Cervantes Saavedra.

En el encierro en prisión en España, el autor decidió re­crear para los presos, vacíos de esperanza, a Don Quijote de La Mancha, el incansable soñador.

Es así como embona esta historia en el cotidiano del mexicano, con un mensaje de esperanza, tal y como lo cita Sueño imposible, tema musi­cal principal de esta produc­ción: “Será este mundo mejor si hubo quien, despreciando el dolor, combatió hasta el úl­timo aliento”.

“2016 fue el año más inte­resante que he tenido por la cantidad de trabajo tan disí­mil y retador para mí, que me sacó de mi zona de confort como ser parte de una aven­tura del tamaño de El hombre de La Mancha, con una histo­ria fantástica, para meterme en la piel de Cervantes defen­diendo al Quijote, así como a su vida, su obra y su trabajo.

“Es una historia con mu­chas capas, rica en imágenes, sentimientos y emociones. Tiene la capacidad de conec­tar con diferentes realidades o fantasías del ser humano. Por eso es muy importante en estas épocas, cuando hay tanta confusión en muchas circunstancias y sentidos y nuestra capacidad de aceptar a los demás, de ver el bien en vez del mal y de soñar juntos como sociedad jamás se ha­bía visto tan retado como en los últimos años.


Es una obra no sólo para pasarla bien, sino para limpiar emocionalmen­te nuestro cora­zón, alma, espíritu y mente para pelear contra los dragones de esta complicada realidad”, expresó Benny Ibarra minu­tos antes de salir a escena.

Efectivamente, 2016 fue un año en el que no sólo encabe­zó este musical, sino también se estrenó como uno de los protagonistas de la película Un padre no tan padre, junto a Héctor Bonilla, finalizó una de las giras musicales más exitosas, la de Sasha, Ben­ny Erik, e hizo doblaje para la cinta animada Sing: !Ven y canta!

El siguiente año no será menor, pues tiene a su cargo la producción del disco de El hombre de La Man­cha, que incluirá los números musicales que cada noche lle­va a escena junto a la compañía.


Hice todo lo posible para que me soltaran el pro­yecto a mí y le pon­dré todo el corazón. Será la tarea del próximo año y eso me llevará un mes. Luego me pondré a componer y estaré en esta obra, espero, durante mucho tiempo”, señaló el ac­tor antes de brindar.

Ana Brenda Contreras, quien recrea a Aldonza, la musa inspiradora de don Qui­jote evocada después como Dulcinea, destacó que este musical ha sido un gran rega­lo en cada una de las noches representadas.

“Me emociono mucho al subir al escenario para ha­blar del sueño imposible y de que el mundo puede ser mejor, luego del tránsito y de ver las noticias de todo lo que pasa en el mundo. La obra me recompone. El persona­je exige mucho sentimental, emocional y vocalmente. Ha sido un gran reto para mí. Es una oportunidad para que la gente me conozca cantando y haciendo algo diferente”, dijo la actriz, quien estrena­rá en febrero de 2017 la pelí­cula romántica El que busca, encuentra, dirigida por Pedro Pablo Ibarra, en la que com­parte créditos con Ianis Gue­rrero y que fue filmada en San Cristóbal de las Casas.

Carlos Corona, quien re­crea a Sancho Panza, precisó que este musical fue “lumino­so” no sólo por la historia, sino por la compañía y el trabajo en equipo.

“Nos ha contagiado el es­píritu de Alonso Quijano de luchar por la utopía y de estos momentos tan duros por los que pasa el mundo, el seguir creyendo que vale la pena ha­cer teatro y que el mensaje pe­netre en el alma del público.

“Siento que la gente está muy cansada y triste y que tiene ganas de ver ‘el mundo no como es, sino como debe­ría ser’, como dice un texto de la obra. Siento que el público necesita encontrar un poco de luz tras las crisis financie­ras, toda esta vuelta que el mundo está dando a ser into­lerante me da mucho miedo.

“El teatro siempre ha teni­do un papel muy importan­te para reflejar lo que pasa y en este caso tratamos de iluminar un poco y pedir que no se canse uno en la lucha, quizá bastaría hacer lo que nos toca”, concluyó el ac­tor, quien además estrenará para el otro año la obra El asesino entre nosotros, en la Casa del Teatro, que toca el tema de la violencia de géne­ro, y la película El tamaño sí importa.



A pesar del panorama sombrío, los actores sonríen, levantan sus copas y anhelan el sueño imposible. El telón está a punto de abrirse. Bien­venido 2017.

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